lunes, 20 de junio de 2016

La historia del imperio inca

La historia del imperio inca

El Imperio Inca (1200 d.C. - 1500 d.C.) fue la civilización más importante de Sudamérica. Asentada en las zonas altas y medias del valle del río Vilcanota, representa la culminación de todo un proceso de desarrollo cultural milenario que se inició hace más de 5.000 años. Se la considera un Estado en tanto alcanzó una gran organización política y un ordenamiento en la distribución de sus riquezas, así como un excelente desarrollo arquitectónico y agrícola.
Conocida también como Tahuantinsuyo, tuvo su origen y capital en Cusco. Floreció en la zona andina y su dominio se expandió hasta los actuales Colombia, Chile y Argentina, incluyendo la totalidad de los territorios de Bolivia y Ecuador.
Su población adoró principalmente a la tierra (Pachamama) y al sol (Inti) y consideraba al soberano Inca como sagrado e hijo del Sol. Este fue la cabeza política del Estado, al tiempo que se le atribuía un origen divino.
Los incas alcanzaron un gran dominio de su geografía y de técnicas de construcción de grandes ciudadelas a base de piedra, en armonía con el paisaje que las rodea. Muestra de ello son Machu Picchu, Choquequirao, Sacsayhuamán, entre otros.
La sociedad inca no desarrollo la escritura, por lo que no existen registros exactos ni fechas de personajes, hechos ni vivencias. El estudio de su arqueología, sus obras, sus dibujos, su arte y la interpretación de los cronistas son la principal fuente de información sobre su historia.

La cultura Inca se confrontó con la hispana con la llegada de los conquistadores españoles en el siglo XVI. En 1532, las huestes de Francisco Pizarro capturaron al Inca Atahualpa en Cajamarca y ese hecho marcó el declive del Imperio Inca.
En 1542, se creó el Virreinato del Perú que dependía de la corona española. El territorio del virreinato comprendía gran parte de Sudamérica y se mantuvo por casi 200 años bajo diversas formas de control por parte de sus autoridades. El virreinato se consolidó en el siglo XVI con el virrey Francisco de Toledo, quien estableció las bases de la economía colonial: un sistema de control de mano de obra indígena (mita) para la minería y la producción artesanal. La explotación de las riquezas mineras recayó sobre los hombros de los indios peruanos colonizados que vieron sus derechos restringidos y su cultura oprimida. Con las reformas del siglo XVIII se creó una gran disconformidad entre muchos sectores sociales y explotaron sucesivas rebeliones. El más importante levantamiento indígena fue encabezado por Túpac Amaru II, con quien se empezó a generar el movimiento criollo que independizó a Hispanoamérica en el siglo XIX.

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